Recuerdo ahora aquella poeta de no recuerdo cual ciudad cordobesa: vino con su delgado volumen (ya editado en la imprenta local) y colocándolo a la altura de mis ojos, me dijo, imperativa: -¡Vos vas a hacer que lo publiquen en Buenos Aires!
Casos así, ocurren, ocurren y no dejan de ocurrir.
Se me ocurre, entonces, la solución: un blog. Un blog cuyo título no deje lugar a dudas.
Se me ocurre, entonces, la solución: un blog. Un blog cuyo título no deje lugar a dudas.
Claramente, este blog solo puede ser de un autor. Si me pongo yo, va a correr sangre...
ResponderBorrarAy, me olvidé de decirte: ¡cómo te quiero!
ResponderBorrarUy, claro; qué sangría! No, no es un blog para vos. Es un blog para publicar lo que venga. ¿Querés publicar? ¡Publicá! ;-)
ResponderBorrarMe da cosita publicar acá..., uno ya se ha fabricado un orgullo de Incomprendido, uno se sube a la torre de marfil de la Ineditez todas las mañanas ... no, gracias Pararrayos, prefiero no publicar aquí...
ResponderBorrarA.S
Ah, mi querido A.S.; recuerde usted que este es un blog de nombres de blog. Es decir...¡no es un blog! Es decir...¡también es un blog! Un Vadedecum, un Organon de ideas para que algún atrevido las pueda usar sin culpa,aunque mencionando la fuente... eso es este blog. Pero como todo puede irse siempre a otro lugar, al diablo o lo que sea, si usted quiere publicar uno de sus maravillosos mini textos, o micro ficciones en modo comentario, lo disfrutaremos grandemente.
ResponderBorrarY donde dice Vadedecum, quiero decir Vademecum. Doy fe (a la deidad Erratas).
ResponderBorrarOk, pararrayos, caídame la ficha, van dos títulos de blog, donación para el mundo:
ResponderBorrar"Lacelgasustanciosa" ahora que abundan los chefs incipientes.
o
"nolavionadie" ahora que pululan los futuros directores de cine.
Están geniales esos nombres, A.S.!
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