15.7.10

Salsipuedes

La plataforma de expresión de los que tienen el síndrome del Minotauro. Por un lado, no saben salir. Por otro lado, se comen a los que entran. Como buen monstruo, el destino del Minotauro es una soledad de vueltas y revueltas, de patios semejantes a otro patio y a otro. Sal, si puedes, con un poco de meditación, o de Freud o Lacan, o al menos de Carl Sagan (que es bueno para matar al provinciano que tenemos dentro), o del mismo Darwin (por ese asunto de la evolución). Querido Minotauro, los laberintos solo existen en la cabeza. ¡Arriba!

13.7.10

Darse cuenta

Reflexiones del aquí y el ahora. Cómo dejar de ser una máquina casi perfecta de trabajar, amar, comer, correr, dormir, criar, maleducar y pasear al perro para ser al menos un monito con una mínima chance de humanidad. Arriba, ánimo, hermano primate. Se puede.

Un día de campo

El blog de los que dejan de blogguear para irse un rato a pisar el pasto fresco, desconectados, a ver zorros y ratones, serpientes y manzanas en su estado natural. Y cuando estén allí, sentirán como Macedonio Fernández, que si uno se tira cinco minutos panzaarriba, todo misterio se revelará.