... que añorar lo que nunca jamás sucedió.
Sería el blog de las amistades equívocas. Seguramente tendría un post con esta cita:
"Luego, alcancé sus manos con las mías por encima de la mesa y el apretón de sus dedos suaves y frescos me reconfortó."
(Fragmento de El juramento de los Centenera, de Lydia Carreras de Sosa, Buenos Aires: Edelvives, 2009.)
"{Me dijeron...}", de Gloria Fuertes
-
Me dijeron:
—O te subes al carro
o tendrás que empujarlo.
Ni me subí ni lo empujé.
Me senté en la cuneta
y alrededor de mí,
a su debido tiempo,
brotaron l...
Hace 3 meses.
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